31 de Agosto (1º DIA)

Son las 11:30 y ya estoy aquí dentro, faltan 2 horas para embarcar pero yo ya me he puesto delante de mi puerta D13. Dios…. No pensaba que esto me fuera a dar tanto miedo. Si es lo que quiero… ¿Por qué no puedo dejar de llorar? En serio, cogería la maleta y daría media vuelta… la gente de mi avión son todos guiris (aunque a partir de ahora seré yo la guiri…) No les entiendo y tienen pinta de changos ¿Serán todos así?
Aquí sentada me asaltan mogollón de dudas… La mujer me tiene que estar esperando… ¿nos reconoceremos? Yo por si acaso le dije que llevaría “ a red t-shirt”. Sé que va a ser muy duro, solo espero ser capaz de soportarlo. Me he traído un libro para leer… pero soy incapaz de concentrarme. Por dios, aun quedan 5 horas para llegar a mi destino. Es muy triste un aeropuerto tú sola. Para empezar, se ve que le he molado a la segurata porque me ha cacheado :P y me he puesto chula (ahí haciendo honor a mi pichu :P) con ella… que no me decía que si la maquina pita es porque no lo he dejado todo… no llevaba ni el pasaporte. Lo que me pitaba eran los botones del pantalón… ay que cagarse… como en Inglaterra me piten me veo pasando el detector desnuda (con lo bestias que son no sería de extrañar).
Ya estoy en mi camita. Son las 21:30 hora local y me caigo del sueño. No puedo conectarme a Internet. Natasha (la madre) todavía no tiene ni línea de teléfono. He encontrado 4 redes pero 2 están en clave y las otras son muy débiles… así que aunque no me podáis leer ahora mismo yo escribo mis memorias de Nottingham, porque la verdad, no sé que hacer aquí… es el único momento en el que hago algo en mi idioma (¿para que coño hay que aprender ingles?
Natasha ha tardado más de 30 minutos en recogerme del aeropuerto. Yo al llegar y no verla me he cagado, gracias a dios que tenia su móvil. Las niñas parecen majas: Michaela de 11 y Kimberly de 6. Pero pufff con Kimberly…. Para acostarla la que hemos armado ¡Que no quería acostarse conmigo! “Christina best friend, sleep with you…” como veréis mi nombre ya está inglesado y no sé si la niña no tiene amigos o que soy lo mejor de lo mejor….pero dios!!Que pesadilla!! Que bueno, que he jugado al Wii y genial y Michaela súper amable y comprensiva conmigo, pero es que me hablan y me siento tan estúpida…….. Demasiado. Yo no sé si podré acostumbrarme a esto… La niña es monísima, y súper cariñosa, pero ya me conocéis como soy cuando se trata de mi espacio y ella me lo absorbe todo (y no llevo ni un solo día)
También intento acostumbrarme a los horarios ingleses. Para empezar, hemos cenado a las 18!!! Y para beber zumo de manzana. La cena no estaba mal: arroz con carlota y un muslo de pollo.
La casa es pequeña, mi cuarto algo mas pequeñito que el de mi casa y sin armario, pero tengo dentro de él un cuarto de aseo para mi y tengo mi tele y mi radio. La tele es una combi de dvd :D. Eso si, creí que tendría la planta de arriba para mi sola pero la comparto con los dos peques. Estoy en el 2 piso, la buhardilla, y el tejado de mi habitación esta inclinado. La ventana es típica de buhardilla. Desde ahí tengo una bonita vista a toda la calle “típica calle inglesa”. La ciudad, por lo poco que he visto es bonita, supongo que mañana iremos a ver algo.
Aún está de mudanzas y no tiene ni sofás, nos sentamos en puf o en la moqueta (porque toda la casa esta enmoquetada)
Su hermana que sabe español ha estado con nosotras pero mañana se va… tiene 26 años pero parece más joven todavía. Vive en Londres. Cuando hemos llegado a casa me ha preguntado si quería vino para beber…… dios… :P ¿me ha visto pinta de borracha ya?
Dios… me siento tan sola y además no puedo hablar con nadie…ojala fuera el Internet. Me gustaría dormirme y no despertarme hasta el día de vuelta ¿Podré soportarlo? Supongo que cuando empiece a entender y comunicarme… y cuando conozca a alguien Jove. Que encima me ha dicho Natasha que en esta calle son todos y unos abuelos, eso si, pocos crímenes.
En fin, I’m going to sleep. No sé a que hora se levantarán ni nada… ni lo que haremos, como no me sé comunicar y no los entiendo… así que ¡sorprise!
En fin, mi primera noche y no os imagináis lo que os echo de menos.